Jorge Fernández, que te vaya bonito

      No queremos dejar pasar la oportunidad de despedirnos de Jorge Fernández sin antes darle un pequeño homenaje, totalmente merecido, por su carrera deportiva, una carrera no exenta de dificultades pero que ha sabido llevarlo de manera sobresaliente. Este nadador salido de las escuelas del Castalia empezó a demostrar sus cualidades natatorias a partir de categoría infantil y sobretodo en pruebas de espalda, se estrenaba en marzo del 2009 en los nacionales de invierno en Valladolid con un sexto y octavo puesto en los 100 y 200m espalda y finalizaba su periplo de infantil con una medalla de bronce en los nacionales de invierno celebrados en Madrid en el año 2010 en la prueba de los 200m espalda. Ya en categoría junior no faltó a ningún Campeonato de España y aunque su rendimiento pareció estancarse, fue justamente en los nacionales de verano del 2013 celebrados en Valencia donde consiguió su logro más importante, una medalla de plata en los 200m espalda y un bronce en los 100m espalda. Ya en categoría absoluta tuvo una buena progresión y nos deja como plusmarcas personales unos interesantes 27.63, 58.78 y 2.07.61 en las tres distancias de espalda y sobre piscina larga, se defendió muy bien en libres como así lo ratifican sus 1.55.49, 4.04.20 y 16.26.45 en los 200. 400 y 1500m libres sobre piscina corta y también destacó en las pruebas de estilos a pesar de su "pésima braza" con los 2.09.39 en corta o los 2.14.01 en larga en los 200. En definitiva, un gran nadador de club que además nos deja para los anales de la historia del Castalia, dos récords del club para la edad de 15 años, los 29.95 en los 50m espalda sobre piscina larga y los 1.04.76 en los 100m estilos en piscina corta. Muy querido por los socios, pertenece a una familia muy ligada al Castalia desde hace muchos años, no en vano su hermano mayor, Valentín, un gran mariposista en las categorías inferiores que por problemas físicos tuvo que abandonar prematuramente la natación, deja un hueco imborrable tanto por su calidad deportiva como humana, así que tan solo nos queda desearle toda la suerte del mundo, se lo merece. 
      No quiero finalizar sin antes agradecer la labor encomiable de sus padres Valentín y María Luisa, que fueron su gran apoyo sobretodo en los momentos difíciles, que los hubo, y que supieron capear con brillantez y grandes dosis de cordura. Tan solo me queda deciros, un hasta luego amigos.