
Yago Lamela, el mejor saltador español de todos los tiempos, fue medalla de plata en los Mundiales en sala de Maebashi (Japón) y al aire libre de Sevilla, ambos en 1999, con dos prodigiosos saltos de 8.56 y 8.40m respectivamente y ostentó el récord continental en sala hasta marzo de 2009, cuando se lo arrebató el alemán Sebastian Bayer. Fue a partir del 2004 cuando empezó el calvario de lesiones y periplo de operaciones cuyos resultados no fueron los previstos. También recibió ayuda anímica tras haber sufrido episodios esporádicos de depresión y estados de ansiedad. Todos los esfuerzos fueron inútiles y Lamela se tuvo que retirar en 2009. En junio de 2011, el ex atleta ingresó en la planta de psiquiatría del Hospital San Agustín de Avilés.
Otro juguete roto y ahora todas las autoridades tanto políticas como deportivas se apuntarán al carro de los homenajes y buenas palabras hacia su persona. Maldita sea.
Descanse en paz.
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